El único Dios verdadero:
El único Dios verdadero se ha revelado como el eterno existente en sí mismo "YO SOY", el Creador del cielo y de la tierra y Redentor de la humanidad. Se ha revelado también encarnando los principios de relación y asociación como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo (Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10,11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
La Salvación por medio de Jesucristo:
La salvación es la liberación de la muerte espiritual y de la esclavitud del pecado. Dios da salvación a todo el que cree en Él y acepta su oferta gratuita de perdón. La única esperanza de redención de la humanidad del estado caído de pecado es mediante la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios—sangre que fue derramada al morir Jesús en la cruz. [El relato de la crucifixión es hecho por cuatro de sus contemporáneos: Mateo (capítulo 27), Marcos (capítulo 15), Lucas (capítulo 23), y Juan (capítulo 19).] (Lucas 24:47; Juan 3:3,16,17; Romanos 8:16; 10:13-15; Efesios 2:8,9; 4:24; Tito 2:11-12; 3:5-7)
La Deidad del Señor Jesucristo
El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de Dios. La Biblia declara:
1. Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31,35).
2. Su vida sin pecado (Hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22).
3. Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38).
4. Su obra vicaria en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21).
5. Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24:39; 1 Corintios 15:4).
6. Su exaltación a la diestra de Dios (Hechos 1:9, 11; 2:33; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3)
La inspiración de las Escrituras
Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son verbalmente inspiradas por Dios y son la revelación de Dios para el hombre, la regla infalible y autoritaria de fe y conducta (2 Timoteo 3:15-17; 1 Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 1:21).
La Segunda Venida de Cristo:
Todos los cristianos que han fallecido un día se levantarán de sus tumbas y se reunirán con el Señor en el aire. Los cristianos que no hayan muerto serán arrebatados junto con aquellos para estar con el Señor. Entonces los cristianos de todas las edades vivirán para siempre con el Señor. La verdad bíblica del inminente regreso del Señor es “la esperanza bienaventurada”. (Romanos 8:23; 1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:16-17; Tito 2:13)